Un año más, el 8 de marzo celebramos el Día Internacional de la Mujer, reconocido por Naciones Unidas, para conmemorar la lucha de las mujeres por su participación, en igualdad de condiciones con los hombres, en el devenir de la sociedad y en su desarrollo íntegro como personas.
Pero este 2009 también conmemoramos otra fecha importante, el 30 aniversario de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres que fue aprobada por Naciones Unidas el 18 de diciembre de 1979 y que no entró en vigor hasta 1981.
Desde la FCONGDH queremos aprovechar esta fecha para mostrar nuestra preocupación por la situación de vulneración de derechos humanos que sufren las mujeres aquí y en todas partes. También queremos pedir a los Estados un compromiso más firme con el cumplimiento de los Objetivos del Milenio referidos específicamente a las mujeres: logro de la educación primaria universal, promoción de la igualdad y la autonomía de la mujer y mejora de la salud materna. Estos objetivos son la concreción de la Declaración del Milenio aprobada, por el conjunto de estados de las Naciones Unidas, en la Cumbre del Milenio del 2000.
Desgraciadamente, y a pesar de que en algunos países se ha alcanzado la igualdad formal y legal, las mujeres siguen sufriendo numerosas discriminaciones laborales, sociales y políticas. Las mujeres siguen siendo madres y cuidadoras sin que los estados y gobiernos reconozcan esta tarea imprescindible para las sociedades, siguen siendo objeto de la violencia machista, de la asignación de roles estereotipados por el solo hecho de haber nacido mujeres y están lejos de disfrutar plenamente de su derecho a la libertad sexual y del derecho a decidir sobre su propio cuerpo.
En los países donde la igualdad formal y legal no está consolidada, la situación se agrava y la mujer sufre gravísimas violaciones de los derechos humanos. En muchos lugares del planeta, las mujeres no tienen garantizado el acceso a los derechos fundamentales como la educación, el trabajo o la salud; son las principales damnificadas en las crisis humanitarias y económicas y sufren lo que se ha denominado el fenómeno de la feminización de la pobreza. Especialmente vulnerable es la situación de las mujeres que se ven forzadas a migrar de sus países para caer en redes de prostitución en los países del norte.
Sin embargo las mujeres han demostrado en todo el mundo, su capacidad para luchar con coraje por sus derechos y por los de sus comunidades así como han demostrado una gran fuerza resistiendo y actuando en favor de la paz y la justicia, incluso en contextos de violencia armada.
Ante esta situación hay que seguir trabajando por la autonomía y el empoderamiento de las mujeres para que se conviertan en las protagonistas de una transformación social que les permita alcanzar la plena igualdad, legal, formal y práctica.
Los derechos humanos son de todos y de todas. Conócelos, defiéndelos
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