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Incidencia | Lunes, 20 de junio de 2011

Manifesto Día Mundial de las personas refugiadas 2011

ACATHI, ACCEM, ACSAR, Centre EXIL, Comissió Catalana d'Ajuda al Refugiat, Comissió d’estrangeria de l’Il·lustre Col·legi d’Advocats de Barcelona, CCOO Barcelonès, Comitè Català de l'ACNUR, Creu Roja, Institut de Drets Humans de Catalunya, Fundació Casa del Tibet, PEN Català i RESPECT Refugiados


Manifesto Día Mundial de las personas refugiadas 2011

Este año se cumplen 60 años de la adopción, en el ámbito de la organización de las Naciones Unidas, de la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, el primer instrumento internacional, jurídicamente vinculante, que contempla los aspectos más importantes de la vida de un refugiado con el objetivo de proteger a todas las personas que huyen de sus lugares de origen por temor a ser víctimas de violaciones de los derechos humanos y no pueden confiar en la protección de sus propios Estados.

Esta Convención, que a lo largo de estos 60 años ha evolucionado constantemente para garantizar y proteger los derechos de todas las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad dentro de las fronteras de sus propios Estados, está claramente en contradicción con las últimas medidas adoptadas por la Unión Europea y algunos de sus Estados miembros, con una interpretación tanto restrictiva que vacía los contenidos de la misma y desnaturaliza los derechos de todas aquellas personas a las que se supone que deben proteger.

En España hace un año y medio que entró en vigor la nueva Ley de Protección Internacional y aún no se ha producido ningún reglamento para poder aplicarla, tal y como prevé la misma normativa. Este hecho provoca una mayor burocratización, añadiendo una carga más en todo el proceso en el que se ven inmersas las personas refugiadas al realizar su solicitud de protección internacional en España.

Asimismo, denunciamos que la posibilidad de que las personas puedan solicitar el asilo en las misiones diplomáticas o embajadas españolas en el extranjero se deje a la decisión facultativa del Embajador. Esta medida, junto con otras como: el dispositivo FRONTEX; la imposición de visados de entrada a nacionales de 134 países; el control de fronteras realizado por terceros países en virtud de acuerdos bilaterales como es el caso de Marruecos o Mauritania, por citar algunos; la no admisión a trámite del más del 60% de las solicitudes anuales de asilo, contradiciendo así la Convención de Ginebra, y la denegación del estatuto de refugiado al 94% de los casos admitidos, impiden el acceso a la asilo a miles de personas cada año.

La grave crisis económica que estamos viviendo ha derivado en un incremento del proteccionismo de los Estados europeos provocando que algunos países, planteen la revisión del Tratado de Schengen, uno de los pilares más sólidos de la Unión Europea, con el fin de restablecer las fronteras nacionales y los controles transfronterizos impidiendo la libre circulación de personas. Y esto para protegerse ante las llegadas de personas desplazadas por los últimos conflictos en el norte de África y Oriente Medio. Los datos de los primeros cinco meses de 2011 son contundentes: 1.108 personas migrantes han perdido la vida y, de éstas, 1.048 lo han hecho cruzando las fronteras del norte de África hacia Europa huyendo de conflictos internos 1. Ante el miedo y la desesperación que llevan a emprender viajes peligrosos y clandestinos buscando protección, la respuesta de algunos Estados miembros de la Unión Europea no ha sido acertada: en lugar de mantener los compromisos de solidaridad y cumplir las obligaciones derivadas del derecho internacional de los derechos humanos, han intentado provocar la alarma de los ciudadanos europeos aduciendo posibles invasiones de ciudadanos norte africanos que podrían colapsar nuestras sociedades.

Recordemos que el programa Frontex no sólo ha significado el cierre de fronteras externas de la UE para las personas inmigrantes, sino que también para las personas que huyen de sus países de origen en búsqueda de protección internacional en Europa. Se dificulta así el acceso al asilo y obliga a estas personas a refugiarse en países como Libia, que ni siquiera firmó la Convención sobre las Personas Refugiadas. Los 147 Estados que hasta ahora han ratificado esta Convención no pueden dar la espalda a sus compromisos y, ante estas actuaciones, se hacen imprescindibles algunas acciones:

1. En primer lugar, es urgente que los países europeos, y aquellos que forman parte del operativo de la OTAN, pongan en marcha mecanismos más fiables y eficaces de rescate marítimo para parar el drama de más de 800 personas desaparecidas en aguas del Mediterráneo desde principios de 2011.

2. En segundo lugar, es necesario que se ponga en práctica inmediatamente la Directiva europea sobre protección temporal de las personas desplazadas en casos "de afluencia masiva", sobre la base de principios de solidaridad entre los Estados miembros.

3. En tercer lugar, los estados miembros de la Unión Europea deben ofrecer cuotas de reasentamiento para los refugiados del norte de África, solidarizándose así con Túnez y Egipto, países que han acogido el 98% de las 740.000 personas perseguidas de Libia.

Por tanto, como no atendiendo estas medidas, y muchas otras, los Estados miembros de la Unión Europea que han ratificado la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados podrían estar eludiendo sus compromisos y sus responsabilidades, un día tan importante como el de hoy debe servir para darnos impulso y más fuerza aún para seguir defendiendo las personas refugiadas y su derecho de asilo. No debemos olvidar que una persona refugiada se ha visto abocada a emprender un desplazamiento forzoso por haber sufrido, o por tener riesgo de sufrir, graves violaciones de los derechos humanos.

Las entidades que participamos en este acto a seguir trabajando a favor de las personas refugiadas, desplazadas, apátridas, reasentadas y devueltas, para que se respeten sus derechos tanto aquí como fuera de nuestras fronteras y, con el fin de defender los derechos de este colectivo tan vulnerable, seguiremos pidiendo a los poderes públicos que mejoren y amplíen las leyes que regulan el derecho al asilo y su aplicación.

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