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Los derechos de la infancia en Cataluña, en riesgo

Historias del Premi Solidaritat del Institut de Drets Humans de Catalunya

Martes, 15 de noviembre de 2016

En 2014, más de 4.000 niños vivían separados de su familia por maltrato y con medidas protectoras en Cataluña. En 2012, casi el 30% de los menores de dieciséis años se encontraban en situación de vulnerabilidad social. En 2011, el 13% vivían en hogares con todos sus miembros en paro. El mismo año, sólo el 1% del PIB fue destinado a políticas de protección social dirigidas a la infancia y familia en Cataluña.

Estos son algunos datos de los últimos informes del Síndic de Greuges que revelan la grave situación de la infancia en Cataluña. Una cuestión sobre la que trabajan muchos de los galardonados por el Premi Solidaritat. Todos coinciden a la hora de señalar la pobreza, la desigualdad social y la falta de acceso a servicios públicos como los principales factores que impiden la plena garantía de los derechos de la infancia en nuestro país.

Para el presidente del Institut de Drets Humans de Catalunya, David Bondia, la crisis ha tenido una grave repercusión sobre la infancia, ya que "la especial vulnerabilidad de la infancia se ha visto agravada por los recortes sociales aplicadas por aquellos que no creen en el público a pesar de estar obligados a gestionarlo".

El Premi Solidaritat reconoce aquellas personas y colectivos que defienden los derechos humanos en Cataluña y en el que se pueden hacer llegar candidaturas hasta el próximo 10 de diciembre.


La situación de la infancia en Cataluña fue destacada por varios de los galardonados por el Premi Solidaritat cuando preguntados sobre las vulneraciones de derechos humanos que se producen en Cataluña. El presidente de la Fundació Marianao (Premi Solidaritat 2005), Xavier Pedrós, explica que la desigualdad social se encuentra en el origen de muchos de los problemas que se viven en la comarca de Baix Llobregat y que afectan directamente a las familias. Pedrós relata casos de "niños y jóvenes en situación de alto riesgo, familias con miembros que se encuentran en prisión y jóvenes que están siempre en la calle, sin trabajo y sin oportunidades para formarse". Para él, esta realidad nos muestra una ciudad oculta, consecuencia de las desigualdades sociales. Pedrós considera que en este contexto "los derechos humanos se convierten en papel mojado y palabras hipócritas y vacías para muchas personas, que se encuentran 'descartadas y ninguneada'".

En el mismo contexto, Justícia i Pau (Premi Solidaritat 1992) identifica la pobreza infantil como “un factor que genera y generará graves dificultades para ejercer derechos fundamentales a muchos niños”. Los datos de los informes del Síndic de Greuges revelan que desde 2009 el riesgo de pobreza infantil ha seguido aumentando en Cataluña, hasta el punto de que el Síndic ha recomendado, en 2015, que se declare la pobreza infantil una situación de emergencia social. El presidente del Institut de Drets Humans de Catalunya, David Bondia, analiza que "unos servicios públicos que sólo se fundamenten en el asistencialismo no tendrán más capacidad de revertir situaciones de pobreza estructural como es la de una gran parte de la infancia en casa nuestra. Si hablamos de sanidad, educación, servicios sociales, etc... tenemos que ser conscientes de que estamos hablando de derechos humanos".

Para hacerle frente a esta situación de vulnerabilidad que viven muchos niños y niñas, Pallassos Sense Fronteres (Premi Solidaritat 2005) utiliza su principal herramienta: la risa. Acostumbrados a trabajar en situaciones de conflictos y desastres naturales, en Cataluña Pallasos Sense Fronteras actúa buscando “apoyar a la infancia afectada por la crisis social y económica y por situaciones especiales como la reclusión en unidades materno-infantiles de prisiones, centros de menores o la estancia en centros de educación especial”.

Qué motiva e impulsa el trabajo en defensa de los derechos humanos en Cataluña


A Jordi Cots, Premi Solidaritat 2008, le preocupa especialmente algunas situaciones como la existencia del bulling y la educación. Cots, que fue el primer adjunto en el Síndic de Greuges para la defensa de los derechos de los niños (1997-2004), es bastante enfático en su análisis: “habría que abordar decididamente la cuestión de la igualdad de oportunidades en educación a fin que todos los niños, desde el principio, estén en situación de alcanzar el máximo de desarrollo posible de sus potencialidades con independencia de su medio de origen”.

La falta de igualdad en la educación ha sido objeto de atención del Síndic de Greuges. El Informe de 2015 alerta de la "guetización" de algunas escuelas catalanas. Por ejemplo, en el curso 2011/2012 había 78 centros de primaria con más de un 50% de alumnado extranjero. Para el Síndic esta realidad “supone una vulneración de los principios de no discriminación, de igualdad de oportunidades y de cohesión social en el ejercicio del derecho a la educación”, tal como se recoge en el Informe sobre els Drets de l'Infant - Les 30 Propostes Clau, de diciembre 2015. Bondia alerta de que "no podemos olvidar que los menores inmigrantes o hijos de inmigrantes también son nuestros menores. Distinguir entre los nacidos aquí y los recién llegados es claramente discriminatorio".

Los menores extranjeros son la principal preocupación del último Premi Solidaritat 2015, la Associació Noves Vies, que trabaja en las cuestiones judiciales de menores inmigrantes no acompañados en Cataluña. “Hay un cambio en la forma de atender a estos menores inmigrantes por parte de la administración”, nos explican desde la Asociación. “Actualmente falta una asistencia a menores tutelados por la Generalitat en cuanto a la atención jurídica, el asilo ya posibles víctimas de trata”. Desde la entidad también se muestran preocupados con las dificultades de acceso a la asistencia sanitaria y la falta de atención de menores inmigrantes solos que viven en la calle.

David Bondia llama la atención a las responsabilidades de los poderes públicos: "la implementación de los derechos humanos no se puede guiar en función de los costes sino que debe ser en función de las necesidades. Y, hoy en día más que nunca, la infancia necesita de unos servicios públicos que atiendan sus necesidades, no sólo en derechos civiles y políticos, sino que también en derechos económicos, sociales y culturales".

Premi Solidaritat 2016

Estas son algunas de las historias que ha querido reconocer y visibilizar durante estos años el Premi Solidaritat, historias que econtramos detrás de muchas de las conquistas de derechos en nuestras sociedades.

En la edición de este año, el Premi Solidaritat quiere seguir rindiendo homenaje al trabajo, al esfuerzo y al compromiso de personas y entidades imprescindibles en la lucha por los derechos humanos en Cataluña. Recuerda que es posible presentar candidaturas para el Premi Solidaritat del Institut de Drets Humans de Catalunya 2016 hasta el próximo 10 de diciembre.

Poco a poco, iremos conociendo más y más historias del (los) Premi Solidaritat.

Reportaje elaborado por Juliana Sada (@juliana_sada), estudiante en prácticas en el IDHC
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