Medidas para salvaguardar los derechos humanos en la era de la IA, informe del Consejo de Europa

La Comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatović, ha publicado un informe en el que destaca las medidas que deben tomar los Estados miembros para garantizar que los derechos humanos de las personas estén protegidos en el diseño, desarrollo y despliegue de sistemas de inteligencia artificial (IA). 

En sus recomendaciones, la Comisionada ha señalado tres tendencias que obstaculizan la implementación de normas internacionales de protección de los derechos humanos relacionadas con la IA en territorio europeo. 

Así, ha apuntado, en primer lugar, a la ausencia de enfoques integrales y basados en los derechos humanos. En general, los estados miembros han optado por abordajes sectoriales, centrándose en grupos de derechos específicos, lo que ha dificultado que las normas o garantías existentes en cuanto a la regulación de la IA puedan aplicarse en el conjunto de derechos. 

También ha mencionado la falta de transparencia y la poca cantidad de información actualizada a disposición de las personas sobre la IA y su impacto en los derechos humanos. Además, ha hecho referencia a los mecanismos de protección de la propiedad intelectual como barrera para ejercer el derecho de información, incluso por parte de las autoridades reguladoras o judiciales, obstaculizando, así, su función supervisora. 

En última instancia, ha apuntado a la falta de iniciativa por parte de las autoridades públicas de los estados para utilizar la IA para fortalecer la protección de los derechos humanos. Así, el informe refleja que ha sido el sector privado el que ha llevado la delantera en el uso de esta tecnología pionera. 

Ante la creciente influencia de la IA en nuestras vidas cotidianas, y sumada a la falta de una regulación específica centrada en los derechos humanos, la Comisionada ha instado a todos los países miembros a impulsar mecanismos de supervisión por parte de instituciones independientes, promocionar la transparencia en torno a estos sistemas inteligentes y la necesidad de crear conciencia pública sobre las oportunidades pero también riesgos de la IA y facilitar el acceso a recursos efectivos. 

Por último, ha subrayado el papel clave que desempeñan las estructuras nacionales de derechos humanos para garantizar la real y efectiva protección de los derechos humanos de la ciudadanía ante la IA, y el gran potencial de estos sistemas para "impulsar la participación pública, amplificar las voces de aquellos que generalmente no se escuchan y abordar las desigualdades (...)".